martes, 10 de febrero de 2015

Nuestra Guerra


        Nuestra Guerra

Estas envuelto en una guerra sin saber que ya estas muerto, tu enemigo es tan fuerte que no hay armas para combatirlo, vas afrontando batallas a pecho descubierto a sabiendas que perderás algo de ti en cada una de ellas, el deterioró será cada vez mayor.
Unas cuantas batallas llevo a mi espalda resistiéndome a claudicar y aún sigo luchando, pero, presiento que pronto caeré  preso, de momento que me encierren habrá terminado la guerra para mí, no quiero luchar con una cabeza sin cuerpo.
Somos muchos los soldados que estamos en la misma guerra, muchos de ellos no tuvieron ni la opción de decidir, otros hemos sido más afortunados y hemos podido planificar nuestro día a día siendo libres de pedir hasta donde queremos llegar y que nadie pueda decidir por nosotros.
En esta guerra somos muy pocos los afectados y esa es la causa por la que nos tienen olvidados. 

martes, 3 de febrero de 2015

Muy emotivo

           Muy emotivo

Tengo tantos pajaritos en mi cabeza que me a costado un poco soltar a esta paloma mensajera para todos vosotros. El viernes 16 dé enero me hacían entrega del galardón de hijo adoptivo de Constantí, para este acto, por medio de las redes sociales estabais todos invitados. Mi pasado con vuestra presencia, se hizo presente en mí.
Hacia una tarde de frío que costaba salir a la calle, pero con guantes, gorro y bien abrigado llegamos al pabellón, fue entrar y la temperatura corporal me subió rápidamente, allí me estaban esperando familiares, compañeros, amigos y conocidos, a todos ellos muchas gracias.
Fue un acto muy emotivo y vosotros tuvisteis mucha culpa de ello, las lagrimas no eran de tristeza sino de alegría, que pedazo regalo me acababais de dar, vuestra presencia me hizo recordar tantas cosas, de aquellos años que pude compartir con todos vosotros.
Solo os pido que vivíais, olvidaros de las cosas pequeñas y disfrutar de lo que tenéis, la vida pasa sin darnos cuenta.

Un fuerte abrazo

Para mi siempre fue mi pueblo, ahora mucho mas.   


lunes, 2 de febrero de 2015

¿Te acuerdas? Me acuerdo

        ¿Te acuerdas?  Me acuerdo

Siempre me acuerdo de él, pero últimamente está mas presente en mi vida.
El nació en el 1953 y de bien pequeñito fue víctima de un reúma que en pocos años lo privó de libertad, dejándolo preso en una cama, impidiéndole tener una vida normal, como el común de los mortales.
Yo le conocí en esa situación, lo que para mi fue algo normal, con el paso de los años me di cuenta que de normal no tenía nada, lo injusta y dura que para él estaba  siendo la vida, yo creía que la vida era un Don que teníamos para vivirla.
Siempre lo vi feliz con mis bromas y tonterías lo pasábamos bien, siempre lo tuve al corriente de todo lo que pasaba a mi alrededor, donde iba, lo que hacia, entre él y yo no hubo secretos, nunca pensé que le pudiera doler todo lo que le contaba, para ėl todo aquello era nuevo y ahora tengo mis dudas. 
Recuerdo que hicieron una camilla para poder llevarlo a misa los domingos, la qué aprovechamos para llevarlo con nosotros al campo y que nos viera jugar a fútbol. Hasta que un día se les cayó por las escaleras, lo que le dio miedo  y decidió no salir de casa, "Dios mío que me quede como estoy".
Luego nos cambiamos de casa en esta teníamos menos escaleras, al poco tiempo mi padre compró un huerto con el que siempre había soñado, a el bajábamos toda la familia los domingos a pasar el día, que recuerdos aquellos, echo la vista atrás y aún lo veo allí en su camilla, bajo la sombra de aquel avellano, donde pudo disfrutar al aire libre, también le dábamos su vaso de vino y el cigarrillo correspondiente y lo que hiciera falta, después de comer su carajillo de anís era sagrado. 
Nunca le pregunte que pensaba de su situación y que rondaba en su cabeza, era tan reservado y prudente que por no molestar nunca se quejaba de nada, dio lugar a quedarse ciego y no dijo nada, cuando nos dimos cuenta era demasiado tarde.
Se nos fue inesperadamente su corazón dejaba de funcionar, fueron 42 años que vivió a su manera, ni reproches ni lamentos, su procesión la llevaba por dentro y dentro se la llevo.
Muchas preguntas se quedaron sin respuesta por no atreverme a preguntar, ahora con mi vida destrozada muchas de mis preguntas ya han encontrado respuesta, estoy viviendo en mi cuerpo lo que el pasó.
Él lo sufrió en silencio, yo me desahogo escribiendo y también con mi mujer, ella sabe lo que pienso, lo que quiero y hasta donde quiero llegar, hablamos del tema con naturalidad, pero, nuestras lágrimas nos cuesta.
Juan, ahora sé lo que sufriste y la de veces que pudiste llorar en silencio, sin lagrimas en tus ojos, ahora veo la soledad que llegaste a vivir, la podrías haber compartido conmigo, no se si te hubiera podido ayudar, pero te habrías desahogado en mi y hubiéramos llorado juntos.
Los papas también sé fueron espero que os hayáis encontrado y podáis estar juntos, de aquí prefiero no contarte nada.
Os quiero y no me olvido de vosotros.